La cáscara del huevo I

Sólo faltaba aplicarse el labial, buscó en el portacosméticos ése de color rosa fuerte casi fucsia, bien brillante que tanto le gustaba, y cuando terminó lo guardó otra vez, se paró y se acomodó unos mechones rojos que caían desprolijos sobre la frente, se acomodó el corpiño y girando se miró la espalda...particularmente este vestido le gustaba como le quedaba (y mucho), ajustaba exactamente adonde tenía que ajustar; buscó el abrigo, la cartera (están las llaves? sí...) y salió caminando como si pisara nubes y no unos tacos muuy altos y finitos.
Llegó temprano como siempre, saludó a Mako, el de la entrada, y, fué directamente al guardarropas, su lugar de trabajo, acomodó el talonario, las perchas y roció un poco de su pefume, porque no le gustaba el olor mohoso del cuartito, se pidió un Sex on the Beach que le trajo raudamente el chico "nuevo", el mismo que la miraba embobado toooda la noche...y se sentó a esperar que llegara la gente.
Aunque en realidad esperaba ansiosamente la llegada de él, secretamente lo nombraba Martín, porque por supuesto no sabía su nombre, y Martín lo llamaremos nosotros también.
Llegaba sólo, la saludaba tan...atentamente con un: Hola, todo bien? le entregaba el abrigo y se dirigía a la barra: Siempre igual, todo casi casi mecánico, y desde allí la miraba, o mejor dicho observaba ,y atentamente, todo lo que ella hacía, a veces le dedicaba un guiño cómplice, otras le enviaba de regalo otro Sex on the Beach y ella agradecía con la mejor de sus sonrisas...y nunca dejaba de preguntar a que hora ella iba a cantar. Porque a veces cantaba
y de hecho lo hacía entonadamente, con su tono de voz suave, casi susurrante y parecía que le cantaba a él y él parecía saberlo...
Pasaron varios fines de semana, meses y ella ansiaba alguna señal, algo que le marcara cómo seguir o si seguir, hasta ésta noche en que Martín le entrega el abrigo y le pide con un tono angustiosamente expectante: Te espero a la salida? y ella abriendo aun más sus enormes ojos oscuros le responde que sí, que la espere...